Como algunos sabrán, el Plan Director de la Cooperación Castellano Manchega, acuñado con título de Best Seller, “Horizonte 2011”, acaba de ver la luz, después de más de 3 años de elaboración (en ella han participado la Administración y las ONGD), negociaciones, desencuentros, cambios de organigrama político... De ahí le viene el nombre, del hecho de que ya no se supiera cuando sería publicado, por lo que se optó por un nombre literario y práctico a tales efectos.
El Plan dibuja la estrategia en materia de cooperación del Gobierno castellano manchego, y establece las prioridades tanto geográficas como sectoriales en las que se debe concentrar a Ayuda al Desarrollo, se definen los instrumentos de cooperación, y los actores implicados en ella…vamos, como el común de los Planes Estratégicos.
Es una cosa buena contar con un documento de referencia, que permita dar mayor eficacia, pertinencia, eficiencia y sobre todo CALIDAD a nuestra cooperación. Pero, no todo el monte es orégano, el Plan al origen era mucho más preciso y ambicioso en su redacción. Desde el inicio a su publicación, ha ido sufriendo rebajas en las medidas, menos concreción de los instrumentos, menos instrumentos, menos mecanismos de control, y sobre todo una mayor autocomplacencia con las políticas de cooperación del gobierno regional.
El otro día asistí a la reunión con el IUDC (Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación), que ha sido el encargado de confeccionar el Plan de Evaluación (Instrumento que servirá para medir lo planteado en el Plan cuando haya terminado su periodo de vigencia). En la reunión se analizaron las metas, indicadores y fuentes de verificación propuestas por el Instituto para la evaluación del plan. A nuestro modo de ver, el de las ONGD, se trata de un Plan de Evaluación de mínimos, que aunque parece haber sido elaborado para analizar la Calidad de la Ayuda, no contempla, o lo hace de forma muy liviana, elementos de análisis del impacto de ésta.
C-LM lleva desde 1993 siendo una Comunidad Autónoma emisora de ayuda al desarrollo, y a estas alturas deberíamos preguntarnos qué impacto ha tenido, aunque sea para constatar que éste ha sido limitado o nulo. No se me juzgue como un desengañado de la cooperación, que no lo soy, pero he de decir que la nuestra ha sido una política un tanto provinciana, que ha invertido al origen grandes cantidades de dinero, sin un criterio, sin una estrategia definida, favoreciendo así la dispersión de una ayuda que en términos generales es muy limitada, lo cual impide tener un impacto ni razonablemente aceptable. De unos años a esta parte se ha abogado por una cooperación de calidad, desde el modelo de financiación a través de ONGD que le es propio a nuestra región (frente a modelos seguidos por otras CCAA, o Estados), no obstante se siguen soportando lastres de épocas anteriores, bastante conservadores por cierto, como el de mantener priorizados a países que no forman parte de la estrategia de instancias superiores en Cooperación, por el hecho de que existen relaciones con tales países, que las ONGD de la región operan en ellos, etc. como la India, o en el caso de África, en el que todos los países objeto de subvención y sectores eran apoyados, sin un criterio definido (no es necesario explicar que planteada así la cooperación no genera transformación alguna).
Una de las premisas de la Ayuda Oficial al Desarrollo es que ésta debe estar articulada siguiendo unos cauces de alineamiento con estrategias de mayor envergadura, complementando así a unos actores con otros. Esta máxima lleva a que las estrategias de la cooperación autonómica deban converger con las políticas de la cooperación estatal, y éstas con la estrategia europea, del CAD (Comité de Ayuda al Desarrollo), o alinearse con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Pues bien, en C-LM, ante la posibilidad de que incluir los criterios de alineamiento con las políticas pueda “bajar la nota” de nuestra cooperación, se ha optado no incorporarlos al documento que servirá para la evaluación del Plan.
En este punto, hay que tomar algo en consideración, que las personas que desde la Dirección Gralla Ley 3/2003 de de Cooperación al desarrollo de Castilla-La Mancha. Por tanto, hay un colapso considerable que hace difícil pensar que se pueda llegar, si las cosas no cambian, a la consecución de los objetivos marcados en el Plan, ni con la creación de la esperada Agencia Castellano Manchega de Cooperación Internacional (también contemplada en el mismo Pan). de Cooperación deben administrar los fondos y políticas de cooperación, no llegan a 15, número que no aumenta desde hace más de 3 años, mientras que la cantidad destinada a cooperación ha ido incrementándose en un 10% desde la aplicación de
Ahora contamos con un Plan, que nos permitirá analizar básicamente la buena gestión de la cooperación realizada desde Castilla-La Mancha, pero debemos aprovechar lo aprendido en todos estos años de andanza y en todas las fases de elaboración del Plan “Horizonte 2011”, y contribuir a que el Plan 2012-2017 sea capaz de medir el IMPACTO de nuestras acciones de Cooperación.
El presupuesto del programa de Cooperación Internacional de la Junta de Comunidades para 2009 se incrementará en un 10%, superando los 44,3 millones de euros.
Por mi parte, solo puedo decir que trabajaré duro para que mejore la Cooperación al Desarrollo en nuestra región.
Fin
