El otro día la Concejala de Cooperación del Ayto. de Albacete tuvo a bien reunirse con la Comisión 0,7% (la coordinadora local de ONGD).
Una vez más tuvimos la oportunidad de contrastar la ineptitud, al menos en lo que respecta a este negociado, de nuestra edil.
La reunión estuvo centrada casi fundamentalmente en la ejecución que el Ayto. había hecho de los fondos de Cooperación referentes a la partida presupuestaria del 2008.
Aún habiendo un Pacto Local contra la Pobreza, que obliga al Ayto. a gestionar los fondos con rigor y con seriedad, y sobre todo con un propósito claro, ordenado y sin improvisaciones, los fondos este año se han invertido en fines de lo más rocambolesco.
Este año, los fondos han servido también para enmendar la chapuza del año anterior 2007, en el que el Ayuntamiento, en muestra de su magnificencia, había aprobado proyectos de cooperación por un valor un 30% mayor del presupuesto del que se disponía. Se ha llevado más del 60% de la partida presupuestaria a Cooperación Directa, gestionada directamente por el Ayto., o a través de organizaciones, que no deben reunir ningún requisito de calidad, experiencia, etc. y que, por la vía corta, sin concurrencia con otras organizaciones en una convocatoria, reciben financiación para proyectos. En definitiva, el mensaje que se puede leer de esta práctica es “para qué vamos a participar en la coordinadora de ONGD local, para qué nos vamos a presentar a convocatorias, donde los proyectos deben reunir rigurosos requisitos de viabilidad, calidad eficiencia y eficacia, si puedo conseguir el apoyo con una buena labor de lobby, acercándome a la concejala y alabando sus bondades.
Todo esto ha ido acompañado de recortes en las partidas destinadas a proyectos de Cooperación, Educación para el Desarrollo y de sensibilización. Ahora, al final del año la concejala se ha dado cuenta de que no había gastado toda la partida, y que si no lo hacía antes de finalizar el año perdería los fondos, así que, ni corto ni perezoso, llamó a sus amigos de PACEM IN TERRIS y les pidió que le pasaran un proyecto, el cual, al ser tocado por el dedo de la concejala ha pasado a ser financiado (y por lo que se deduce de lo hablado con la Concejala yo diría que no fue el único apoyado a esta organización)…
Una vez más la Rosa Pérez Iniesta, la Concejala de Cooperación e Inmigración ha hecho gala de su valentía (fruto de la ignorancia), al tratar de darnos lecciones de solidaridad a las personas que nos dedicamos profesional o voluntariamente a la cooperación, la educación para el desarrollo o la sensibilización, con reflexiones de la profundidad del pez, la caña y de dar la capacidad, con algún que otro aderezo de la propia concejala, que no hacía sino aportarle aún más mediocridad a la sentencia.
Como postre, y ya con los pies en el umbral, nuestra querida concejala apostilló su última sentencia, cuando al respecto del cierre previsto del Campamento de la Dehesa, para inmigrantes temporeros, apelando al espíritu de parroquia, caritativo y ramplón, comentó que ella se llevaría a uno a su casa, y que a ver “cuántos estábamos dispuestos a hacer lo mismo”. Esa es la manera en que la señora Pérez Iniesta cree que se debe luchar contra la pobreza, la injusticia y por los DDHH, al más puro estilo “Ponga un pobre en su mesa”, de García Berlanga.
Sin palabras…
Una vez más tuvimos la oportunidad de contrastar la ineptitud, al menos en lo que respecta a este negociado, de nuestra edil.
La reunión estuvo centrada casi fundamentalmente en la ejecución que el Ayto. había hecho de los fondos de Cooperación referentes a la partida presupuestaria del 2008.
Aún habiendo un Pacto Local contra la Pobreza, que obliga al Ayto. a gestionar los fondos con rigor y con seriedad, y sobre todo con un propósito claro, ordenado y sin improvisaciones, los fondos este año se han invertido en fines de lo más rocambolesco.
Este año, los fondos han servido también para enmendar la chapuza del año anterior 2007, en el que el Ayuntamiento, en muestra de su magnificencia, había aprobado proyectos de cooperación por un valor un 30% mayor del presupuesto del que se disponía. Se ha llevado más del 60% de la partida presupuestaria a Cooperación Directa, gestionada directamente por el Ayto., o a través de organizaciones, que no deben reunir ningún requisito de calidad, experiencia, etc. y que, por la vía corta, sin concurrencia con otras organizaciones en una convocatoria, reciben financiación para proyectos. En definitiva, el mensaje que se puede leer de esta práctica es “para qué vamos a participar en la coordinadora de ONGD local, para qué nos vamos a presentar a convocatorias, donde los proyectos deben reunir rigurosos requisitos de viabilidad, calidad eficiencia y eficacia, si puedo conseguir el apoyo con una buena labor de lobby, acercándome a la concejala y alabando sus bondades.
Todo esto ha ido acompañado de recortes en las partidas destinadas a proyectos de Cooperación, Educación para el Desarrollo y de sensibilización. Ahora, al final del año la concejala se ha dado cuenta de que no había gastado toda la partida, y que si no lo hacía antes de finalizar el año perdería los fondos, así que, ni corto ni perezoso, llamó a sus amigos de PACEM IN TERRIS y les pidió que le pasaran un proyecto, el cual, al ser tocado por el dedo de la concejala ha pasado a ser financiado (y por lo que se deduce de lo hablado con la Concejala yo diría que no fue el único apoyado a esta organización)…
Una vez más la Rosa Pérez Iniesta, la Concejala de Cooperación e Inmigración ha hecho gala de su valentía (fruto de la ignorancia), al tratar de darnos lecciones de solidaridad a las personas que nos dedicamos profesional o voluntariamente a la cooperación, la educación para el desarrollo o la sensibilización, con reflexiones de la profundidad del pez, la caña y de dar la capacidad, con algún que otro aderezo de la propia concejala, que no hacía sino aportarle aún más mediocridad a la sentencia.
Como postre, y ya con los pies en el umbral, nuestra querida concejala apostilló su última sentencia, cuando al respecto del cierre previsto del Campamento de la Dehesa, para inmigrantes temporeros, apelando al espíritu de parroquia, caritativo y ramplón, comentó que ella se llevaría a uno a su casa, y que a ver “cuántos estábamos dispuestos a hacer lo mismo”. Esa es la manera en que la señora Pérez Iniesta cree que se debe luchar contra la pobreza, la injusticia y por los DDHH, al más puro estilo “Ponga un pobre en su mesa”, de García Berlanga.
Sin palabras…
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