jueves, 7 de junio de 2012

3er Congreso Estatal de RSE




Los pasados días 24 y 25 de mayo tuvo lugar en Zaragoza la tercera edición del Congreso Estatal de Responsabilidad Social Empresarial[1], bajo el título “RSE es competitividad. Una oportunidad para la empresa”.especialmente dirigido a PYMEs". Un excelente espacio para la reflexión, el debate, el intercambio de experiencias y buenas prácticas, para la creación y fortalecimiento de redes, pero sobre todo para poner acento a los esfuerzos en materia de RSE que se están llevando a cabo en nuestro país. En el se dieron cita representantes de grandes corporaciones con políticas de RSE, PYMES con experiencia en ello, otras interesadas, analistas e intelectuales, consultorías, fundaciones, redes y asociaciones empresariales, entidades certificadoras y personas a título individual, hasta un total de 400 personas.

La RSE marcha a un ritmo lento en España, entre otros motivos por la situación socioeconómica en que nos encontramos, a lo que hay que añadir una determinada cultura empresarial, así como el perfil y envergadura media de la empresa de nuestro país, donde más del 90% de las empresas son PYME y su tamaño es sustancialmente menor al de las europeas.

No obstante la RSE está comenzando a ser vista con menos escepticismo por las pequeñas y medianas empresas, según comentaron algunos de los expertos participantes en el Congreso, animadas por las grandes corporaciones que amplían cada vez más este sistema de gestión a su cadena de valor; por las administraciones públicas que introducen la RSE como criterio en sus contrataciones y compras; o por la población, que progresivamente va adquiriendo mayor conciencia en el consumo.

Cada vez se cuenta con más literatura sobre RSE en la PYME, además se están creando múltiples herramientas que permitan su implantación con mayor facilidad. Algunas de ellas (herramientas de autodiagnóstico, de gestión, de comunicación, o de RSE-Discapacidad, etc.) fueron presentadas en el propio Congreso, y se encuentran a disposición de aquella PYME que quiera embarcarse en la RSE.

En los últimos tiempos, tal como se ha valorado en el evento, la RSE está girando entorno a 2 grandes ejes en nuestro país, como son la innovación y el emprendimiento social, y la política laboral (Relaciones laborales y Recursos Humanos), como dos elementos clave para responder a la actual situación de crisis.

La innovación social (IS) debe plantearse como una estrategia empresarial orientada a la búsqueda de soluciones de problemas no sólo sociales, sino económicos y de competitividad dentro de la empresa. La IS También puede conducir a la innovación tecnológica y siempre debe contribuir a una mejor sostenibilidad de la empresa y de su entorno. Las estrategias de  innovación social le deben permitir a la empresa crear valor económico y valor social de forma coordinada. Cada vez más “los valores deben ir en paralelo a los intereses”. “Gestionar desde la RSE significa obtener beneficios, gestionar riesgos y aportar tales beneficios”.

Por otro lado, la gestión socialmente responsable de las Relaciones Laborales y de los Recursos Humanos aumenta la motivación y mejora la identificación de los empleados con los objetivos de la empresa, ya que los empleados constituyen un grupo interés clave para el éxito de la misma.

Se abordaron en el Congreso otros aspectos esenciales hoy para la PYME española, como su internacionalización, asumiendo que la única forma de llevarla a la práctica con éxito es asumiendo comportamientos medioambientales y socialmente responsables   y exigiéndolos a todos los eslabones de su cadena de valor.

Preocupa también a las PYMES presentes cómo acceder a financiación para la implantación de RSE. Respecto a este asunto se ofrecieron ciertas sugerencias e ideas, como la iniciativa RSE-PYMEs del Pacto Mundial, el mercado alternativo bursátil,  préstamos participativos, financiación a través de los grupos de interés (proveedores, clientes…) basada en la confianza, etc.

La mayoría de los participantes en el Congreso invitan a afirmar que la RSE se está instalando poco a poco en nuestra cultura empresarial, y “ha venido para quedarse”. No se trata de una apuesta oportunista, sino de la asunción integral de un cambio del sistema de  gestión empresarial. Tal como asegura el presidente de las Cámaras de Comercio de España “la RSE corre por la médula espinal de nuestras empresas”. Se suman pues a la cultura del esfuerzo, el trabajo y la decencia de las PYMES, características implícitas en la RSE, como la ejemplaridad, la transparencia, la honestidad, la confianza, la coherencia, las alianzas estratégicas, innovación, compromiso, la visión a largo plazo o creación de sentido de equipo.

La visión de que “la RSE genera confianza y la confianza es lo que más beneficio genera” contribuye a que cada vez más PYME estén embarcándose en un nuevo sistema de gestión, evolucionando hacia la empresa del siglo XXI, que ve la RSE más como una inversión que le aporta competitividad, que como un gasto prescindible. El nuevo modelo socioeconómico que está surgiendo como consecuencia de la crisis, debe estar basado en comportamientos socialmente responsables no solo de las empresas, también de Administraciones Públicas, medios de comunicación, instituciones financieras y de toda la sociedad.
  


[1] La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es la forma de conducir los negocios de las empresas que se caracteriza por tener en cuenta los impactos que todos los aspectos de sus actividades generan sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general. Ello implica el cumplimiento obligatorio de la legislación nacional e internacional en el  ámbito social, laboral, medioambiental y de  Derechos Humanos, así como cualquier otra acción voluntaria que la empresa quiera emprender para mejorar la calidad de vida de sus empleados, las comunidades en las que opera y de la sociedad en su conjunto.
Los 5 principios que rigen la RSE: cumplimiento de la legislación nacional vigente y especialmente de las normas internacionales en vigor; carácter global, que afecta a todas las áreas de la empresa, a toda la cadena de valor; comporta compromisos éticos objetivos; se manifiesta en los impactos que genera la actividad empresarial en el ámbito social, medioambiental y económico; se orienta a la satisfacción e información de las expectativas y necesidades de los grupos de interés (Fuente: Observatorio de RSC).

No hay comentarios: